La importancia de las referentes
Nerea Cillán, Agente de Igualdad
El pasado 20 de julio comenzó el Mundial de fútbol femenino en Australia-Nueva Zelanda. Más allá de la importancia deportiva, este encuentro, parecía traer consigo un enorme interés de gran parte de la población, en especial, de la población femenina.
Por primera vez en esta competición deportiva 36 equipos pudieron participar, dato que llama la atención, teniendo en cuenta que los dos primeros mundiales femeninos (1991,1995) contaron con tan solo 12 selecciones participantes.
El hecho de que cada vez más países cuenten con selecciones de fútbol femenino es algo sumamente positivo, ya que responde a la mayor presencia de mujeres en este deporte y, también, a una mejora de las condiciones y profesionalización de estas.
Tras un mes de esfuerzo, compromiso y dedicación, el 20 de agosto se disputaba la final entre España e Inglaterra, con un resultado favorable para las jugadoras de la selección española. Por primera vez en mucho tiempo, el foco de un acontecimiento deportivo estaba puesto en ellas, en las 23 vencedoras que lograron alzarse con el primer título mundial de su historia.
Como ya hemos oído muchas veces, lo que no se ve no existe, y es ampliamente difícil aspirar a algo con lo que ni si quiera somos capaces de soñar. De forma más o menos consciente, todas elaboramos nuestra identidad y propósitos tomando como referencia nuestra realidad más cercana.
Muchas victorias en una
Por eso, esta victoria es mucho más importante de lo que parece a simple vista, ya que contribuye significativamente a ampliar la visibilidad del mundo femenino, a animar a las mujeres a ocupar espacios hasta ahora masculinizados, y con ello a romper algunos de los estereotipos de género más anclados en la sociedad.
Este triunfo es tan solo el fruto de la semilla sembrada por nuestras predecesoras siglos atrás, mujeres valientes que se atrevieron a vestirse la equipación y salir a las canchas a disfrutar del deporte. Ahora, las jugadoras de la selección española recogen el testigo, y nos bridan la posibilidad de construir un nuevo camino, sentando las bases para que miles de niñas y niños cuenten con nuevos modelos de referentes.
En palabras de Irene Paredes: «La mayoría de las que estamos aquí, hemos crecido pensando que no era nuestro lugar…, que te han puesto pegas, que te han puesto los peores horarios, que te ha entrenado gente que casi no estaba preparada para ello (…). Y si esto sirve para que se sepa que es posible, que este lugar también es nuestro, que se puede jugar una final de Mundial y que somos referentes, pues eso también es historia y nos hace verdaderamente felices».
Sororidad frente la agresión
Las mujeres españolas se han posicionado como grandes referentes, y no solo por su talento y deportividad, sino también por la gran demostración de sororidad ocurrida tras la agresión del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales.
Vivir Quintana dice en su Canción sin Miedo la frase: “si nos tocan a una, respondemos todas” y esto ilustra a la perfección el golpe sobre la mesa que han dado las jugadoras de la selección, apoyadas por un gran número de compañeras del mundo del deporte, y por centenares de mujeres que han alzado la voz en defensa de Jennifer Hermoso.
Actos como este son igual, o incluso más importantes que la victoria deportiva; son una demostración de que la lucha feminista sigue siendo necesaria, y de que con la unión de las mujeres se consiguen logros y avances, se paralizan las violencias que, por desgracia, aún a día de hoy miles de niñas y mujeres tienen que seguir soportando.
Desde Luz Casanova felicitamos a todas las jugadoras (a las que pudieron saltar al campo y a las que no) por su grandísimo trabajo, por continuar el legado de las mujeres que abrieron camino y por seguir avanzando hacia una sociedad cada vez más igualitaria.
Ojalá las que vengan detrás puedan disfrutar de una vida donde aquello a lo que aspiras no esté condicionado por el sexo con el que naces y, por supuesto, libre de violencias machistas.